lunes, 27 de octubre de 2008

Hablar

Gran fin de semana: el viernes en Badajoz, en el Premio de Novela del que soy jurado, y el sábado celebrando los éxitos de Martín Casariego y Ángela Vallvey con una copa de amigos en el Kafka. Lo pasamos muy bien. Estaba Fernando Marías, David Torres, Ramón Pernas, Milagros Frías, Edu Vilas con Vanessa, Violeta sin Rafael Reig, que volaba de Colombia mientras brindabamos en su nombre, y todos los Casariego: Antón y su mujer, Berta Vías, Pablo, Nicolás con Marisa, Sira, María... y las nuevas generaciones de la familia, entre las que está la luminosa Manuela Vellés, una actriz de veinte años, bella y dulce, que parece que se ha tragado una bombilla. Manuela, que fue protagonista de "Caótica Ana" y aparece ahora en "Camino", el último film de Guillermo Fesser, me habla de su próximo proyecto: una serie de tv que está rodando y de la que no se puede decir nada de momento, pero que tiene una pinta estupenda. Los jóvenes Casariego - Manuela, Juana, Julieta... - tienen el marchamo inconfundible del clan. Son guapos, afectuosos y alegres. Supongo que no podrían ser de otra manera criados en ese entorno.

La noche la rematamos, ya de madrugada, Marcial, Martín y yo, tomando ginebra en el Cock. Es el bar más bonito de Madrid, y su dueña la mujer más antipática del mundo. Pero siempre hay sitio, los cócteles están buenos y la música, al justo nivel para permitir la conversación. Nos acostamos tarde y me paso el domingo vegetando felizmente, leyendo y resolviendo pequeñas gestiones desde el ordenador.

Esta semana me toca hablar, cosa muy oportuna dado que llevo dos días con un generoso dolor de garganta, amén de malestar general, dolores musculares y tos seca: un hermoso resfriado corriente y moliente que me deja cansada, espesa y lenta de reflejos.

Estatarde intervengo en una mesa redonda en el Congreso Cesare Pavese. Lo haré en un lugar precioso, el Istituto Italiano di Cultura, en la calle mayor: un edificio del siglo XVII abrumador y oscuro, con un bello patio central. Pasé por allí varias veces cuando seguía un curso de literatura italiana en la Universidad. Tenían una buena biblioteca, y recuerdo que los empleados eran amables y corteses con los estudiantes que íbamos por allí a dar la tabarra pidiendo publicaciones y libros en italiano que no podíamos encontrar en otros sitios. Me gusta regresar al Istituto, y más para hablar de Pavese. Es uno de los grandes del siglo XX. Si no habéis leído nada suyo, os recomiendo sus diarios, "El oficio de vivir"y "El oficio de poeta". Lo primero que leí de él fue "De tu tierra", un drama rural intensísimo, duro, que no deja dudas sobre la solidez de su autor. Y recuerdo una frase en la que hablaba del agua de un pozo que "sabe a cerezas". Ahora, Mondadori está recuperando todos los textos de Pavese, algunos de los cuales llevaban años sin poder encontrarse en su versión española.

Terminé ayer "Los hechos", de Philio Roth, un texto autobiográfico interesante y muy recomendable salvo por las treinta insufribles últimas páginas, atribuídas a sualter ego Zückerman. Por lo demás, el libro tiene todas las bondades de la excelente prosa de Roth, aunque no contribuye a simpatizar con la persona (ya me lo advirtió Oscar Esquivias) aunque ¿quien necesita eso? Quiero decir ¿por qué nos tiene que caer bien un escritor? ¿No basta con disfrutar de lo que escribe? Roth es egoísta, egocéntrico, vanidoso, cruel a ratos, duro con los otros y consigo mismo. Pero, ah, leed "Adios, Columbus", leed "Patrimonio", leed "Pastoral americana" o "La conjura contra América" y decidme si eso tiene alguna importancia.

El jueves me voy a Huelva a clausurar un máster en la Universidad. El viaje,que es un poco largo, me servirá para leer "La casa de la mezquita", de Kader Abdolah, que acaba de enviarme Juan Milá, de Salamandra. Hasta entonces, estaré felizmente entretenida con "El aliento del cielo", de Carson Mc Cullers. En Huelva voy a hablar de mujeres precursoras en la literatura. He elegido a dos autoras gallegas - Pardo Bazán y Rosalía - y dos americanas - Edith Wharton y Louisa May Alcott - para trazar dos perfiles de escritora y de mujer. Lo he pasado muy bien escribiendo la conferencia, pero creo que me ha quedado demasiado larga y voy a tener que recortar mucho.

La garganta, fatal...

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10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Estimada Marta:

¿A qué se refiere cuando dice que Roth es insufrible? ¿A todas las trilogías en que organiza su obra? Tampoco habría que hacer demasiados esfuerzos, empujarlas un poco, para darnos cuenta de que la obra de Roth hace años que se tambalea. Quizá la evidencia de apilar sus obras de tres en tres demuestre que por separado están indefensas. Roth es adepto a convertir su vida en literatura, dejando de lado la vida de sus personajes que (creo) es mucho más interesante, a pesar de toda esa melancolía, ese parpadeo senil a que nos tiene acostumbrados. Cada frase que alienta, por otro lado, toda su insatisfacción vital, olfatea, cae en la sospecha de repetirse más que el ajo. Roth es, como Auster, un escritor de autoayuda que escribe para ayudarse a sí mismo pero olvidándose de los lectores.

Una pregunta que debería hacerse (y no soy quien para darle consejos), ya que usted escribe además de leer, es ésta: ¿Qué ha cambiado en los libros de Roth en los últimos treinta años? Nada. Es más, con el tiempo ha tendido hacia el relato plano, tranquilo e insulso; mucho más de lo que solía ser. Roth, aunque siga vistiendo su prosa de elegancia irónica y banalidades, ha perdido su capacidad de sorpresa: con él siempre sabemos cómo y quién saldrá de la tarta.

Amablemente,

H.

27 de octubre de 2008, 5:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Pero que gracia me ha hecho lo de la niña que parecía haberse tragado una bombilla! Qué bueno! Así, de vez en cuando, como en tus novelas, sueltas un gag.
Sigue describiéndonos, Marta.
Gracias.
Cristina.

27 de octubre de 2008, 9:16  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Yo también conozco en persona a esa niña/chica; y sí, es verdad, parece que irradia luz...

27 de octubre de 2008, 9:27  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Estimado H.: loque me parece insufrible es la epístola final de Zückerman. Lamento disentir sobre lo que dice de Roth: a mí me entusiasma, aunque es verdad que las quejasde Portnoy y las cadenas de Zückerman me interesan muchísimo menos que "La Conjura contra América".
Si es cierto que Roth no parece preocuparse mucho por los lectores. No esun autor generoso y, desde luego, escribe más para sí mismo que para un interlocutor. Pero me siguen deslumbrando muchos de sus textos. Es cierto que su evolución es casi nula, pero no estoy segura de que la obligación de un autor sea la de evolucionar.

Cristina, lo de Manuela Vellés noes una broma, esa chica tiene luzpor dentro, de verdad.

27 de octubre de 2008, 13:37  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A Pavese lo va a publicar enteramente Lumen, no Mondadori.

28 de octubre de 2008, 2:32  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Toda la razón, y mil perdones por la metedura de pata. Bastante esfuerzo hace una editorial por recuperar unos textos para que encima las palmas se las lleve otra, aunque pertenezcan al mismo grupo

28 de octubre de 2008, 3:44  
Blogger Caminante ha dicho...

Hola Marta. Ahora que leo que te decantaste por dos escritoras gallegas para dar una conferencia en Huelva, me vino a la cabeza el nombre de Marina Mayoral, que también es gallega. He leído dos de sus novelas ("La última libertad" y la "Sombra del ángel") que me parecen geniales. Pero nunca he leído referencia alguna sobre esta escritora. ¿Por qué pasan esas cosas?

28 de octubre de 2008, 11:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Aun quedan horas para revolver un poco mas mientras
le di una patada al estante del corte ingles y se cayeron
"lo que no recuerdo y otro cuentos" v.Parella
-este se lee mejor son cortos dos veces poq se com cosas

"caja negra" A.oz

no son demasiado caros y para el tren estan bien......

28 de octubre de 2008, 13:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Por lo que conozco, Marina Mayoral, excelente escritora mindoniense, se mantiene alejada por voluntad propia de todo lo que tiene que ver con el exterior, con la promoción, con las tertulias, con las mesas redondas, con los pregones. Parece como si escribiese para ella. Y eso se paga con una falta de proyección.

28 de octubre de 2008, 14:12  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Marina Mayoral es una excelente escritora gallega, muy respetada por la crítica. Marina es profesora en la Universidad, y creo que su perfil bajoobedece más a una decisión personal que a cualquier otra cosa. Por otro lado, es una persona encantadora y cultísima, con la que da gusto hablar... y a la que da gusto leer

29 de octubre de 2008, 3:20  

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