martes, 9 de septiembre de 2008

La inspiración y la cara dura

Tomé el título de mi novela "En tiempo de prodigios" de una hermosa frase de Sergio Pitol: "Si bien es cierto que vivimos tiempos crueles, también es cierto que estamos en tiempo de prodigios". Por eso abro el libro con la cita completa y el nombre de su autor. Cuando uno respeta su trabajo, ese respeto suele extenderse hacia la labor ajena, y por eso extrema las precauciones: al césar lo que es del césar, y bla, bla, bla.

Enrique Bumbury ha hecho algo parecido, sólo que él lo ha hecho mal. Ha tomado un verso del poeta Pedro Casariego ("soy el hombre delgado que no flaqueará jamás") para dar título a una canción. Sólo que Bumbury se ha guardado muy mucho de reconocer la autoría del verso de marras, así que el no informado le atribuye a él la inspirada frase. Cuando los herederos de Pedro Casariego (que murió en 1993) dieron la voz de alarma, Bunbury reaccionó con la chulería del culpable, declarando a "El periódico de Aragón·: "No es plagio ni es nada. Es lo que hacemos los escritores en todos los ámbitos: recoger frases de la calle, de los periódicos, de los bares y, por supuesto, de los poetas. La acusación es una chorrada. Y si no, que le pregunten a Dylan".

Vamos por partes: por mucho que a él le guste pensar lo contrario, Bunbury no es Dylan. Y Dylan no hubiese fusilado la frase de otro poeta pasándose por el forro cualquier precepto ético. Bunbury no sólo lo hace, sino que encima se justifica deciendo que eso lo hacen todos los escritores. Pues yo discrepo, don Enrique. Y usted seguramente dice eso precisamente porque no es un escritor.

El plagio es una forma de robo y, desde luego, una colosal falta de respeto. Falta de respeto al trabajo de otro. Falta de respeto al talento propio. Y, sobre todo, falta de respeto al público, al que se está dando gato por liebre. Por eso, el escritor de verdad no incurre en el plagio. Lo hacen aquellos que sólo ven la literatura como una formade hacer negocio: escriben novelas - o poemas, como el vate Bunbury - como podrían envasar chrizos al vacío: para ganar pasta, amigos o notoriedad. La literatura es otra cosa. Por eso los que de verdad la sienten como oficio se trabajan la frase, la palabra, el capítulo. El verso. Y si toman prestado algún material del trabajo y el talento ajeno, no tienen el menor problema en reconocerlo.

Ayer hablaba por teléfono con Martín Casariego, hermano de Pedro y uno de sus herederos. Los Casariego están disgustados y sorprendidos. Desconcertados por lo que ha ocurrido. Pero claro, ellos sí son escritores. Bunbury no lo es. Es un cantante. Y, visto lo visto, un tipo con la cara muy dura.

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32 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

"...Pero claro, ellos sí son escritores. Bunbury no lo es. Es un cantante..."

Por mucho que me gustase -y me siga gustando- la anterior etapa de Heroes del Silencio como grupo, no confundas, querida Marta, el muy noble oficio de cantante con el de cantamañanas.

Abrazos,
Pedro de Paz

9 de septiembre de 2008, 6:32  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Querido Pedro, creo que no he subrayado lo suficientemente bien la doble acepción de "cantante".
Lo que tiene este tío es un morro importante

9 de septiembre de 2008, 7:21  
Blogger Xristos Warhol ha dicho...

Dice William Blake en sus proverbios infernales, "nunca perdió tanto tiempo el águila como cuando quiso aprender del cuervo". ¿A qué perder el tiempo de dónde nada se puede extraer? ¿Por qué dar notoriedad pública a quien sólo la posee púmblica? Siempre explico que quien actúa de manera tal sólo quiere que le apunten los dedos medios de los medios y los encumbren, sobre todo, porque huyó y permitió la orfandad de sus oyentes/fans...

9 de septiembre de 2008, 7:50  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas


Marta, te he mandado un mail con mi opinión. Creo que tu post de hoy no es justo (y prefiero que lo leas tú a lectores que no siempre son respetuosos por aquí, por desgracia).

ESTE ES EL COMUNICADO QUE HA EMITIDO BUNBURY HOY. ES JUSTO QUE SE CONOZCA:

Comunicado de Enrique Bunbury
EFE EME | 10/09/2008

Reproducimos íntegramente el comunicado que nos remite la oficina de prensa de Bunbury, en el que éste explica su punto de vista alrededor del revuelo suscitado por los versos de Pedro Casariego empleados en la canción "El hombre delgado que no flaqueará jamás":


Antes de nada, una puntualización: No me defiendo de una acusación de plagio. Primero, por que no se me acusa, se me señala en diferentes medios de comunicación. Una acusación debería ser interpuesta ante tribunales pertinentes. Segundo, un plagio, es algo perfectamente legislado por leyes interpuestas por órganos de gestión como SGAE y demás defensores de los derechos intelectuales. Existen pautas que determinan claramente dónde existe y dónde no.

Ante las inadecuadas palabras escritas contra mi persona y mi trabajo los últimos días, me he visto en la necesidad de corresponder con mi punto de vista, que creo, es el de muchos creadores en diferentes ámbitos de la cultura.

Soy consciente del mundo en el que vivimos, y no es la primera vez que, tristemente veo como medios de comunicación se entusiasman ante la noticia de que me bajo de un escenario, después de ignorar (tantas veces) las dos mil que me he subido en mi vida o los más de veinte discos que he publicado; o que se frotan las manos cuando un colega (vuestro, no mío) dice en un artículo, que dicen que alguien oyó. Triste, pero cierto.

No voy a negar que haya utilizado dos frases de Casariego (grandísimo poeta, por cierto) extraídas de dos poemarios. Igual que utilizo mi libreta para apuntar comentarios realizados a altas horas de la noche, frases de Humprey Bogart en películas de cine negro, extractos de la sección de sucesos, titulares simpáticos de periódicos económicos, conversaciones privadas o panfletos publicitarios.

A lo largo de la historia de la música popular, grandes y desconocidos escritores de canciones han realizado prácticas similares recogiendo frases de canciones tradicionales y realizando nuevas y muy diferentes creaciones. El folk, el blues, el country esta impregnado de esa costumbre y nos han dado placer para nuestros oídos a lo largo de los últimos cien años. Posteriormente, artistas como (y me parece mal citarlos, pero hay libros enteros dedicados a señalar de dónde vienen sus mejores canciones) Dylan, Cohen, Lennon, Van Morrison, han utilizado libros sagrados como la Biblia, la Kábala, el I Ching, el Tao Te king, o a poetas incuestionables como T.S. Elliot, Dylan Thomas, Edgar Allan Poe, Shakaspeare… o la prensa diaria para contarnos sus inquietudes y crear sus canciones.

Supongo que muchos de los que han escrito y divulgado las acusaciones ni han escuchado “El hombre delgado que no flaqueará jamás”, ni han leído a Casariego. Si me equivoco, sinceramente, no lo entiendo: La canción dura siete minutos, tiene seis largas estrofas y dos estribillos (sobra decir que tiene acordes y melodía). Dos frases no hacen un plagio. Pregunten. Si alguien está convencido de que no es como aquí afirmo, nos vemos en los tribunales. Mientras tanto espero que si tienen algo que publicar en torno a este tema, sean estas líneas, y no: dicen, que dice, que oyó.

Insisto en que el plagio, es una palabra perfectamente definida por el diccionario y marcada en sus límites por la ley. Espero que no se use esa palabra de forma aleatoria, ni al tún tún. Al igual que, en este caso, la realidad os joda una buena noticia.

Enrique Bunbury, Madrid, 09.09.08

10 de septiembre de 2008, 2:40  
Blogger Saúl ha dicho...

a mi modo de ver, una cosa si que es cierta y es el poco tacto de bunbury al no decir la procedencia de la frase.. pero lo que también me parece excesivo es culparle de plagio.. y en eso estoy un poco de acuerdo con Enrique, es muy raro que en la carrera de los cantantes no cojan prestado frases de otros.. y no solo ellos, creo que también escritores y poetas.. esta todo inventado..
hace un par de días, no se en que emisora, estaban dando canciones de grupos españoles (no diré los nombres) que habían calcado literalmente la música de ciertas canciones de grupos internacionalmente conocidos (y no eran versiones), y no recuerdo que se hubiese levantado tal revuelo..
por otro lado no me gusta el tono medianamente despectivo con el que tratas a Bunbury (músicos) en comparación con los escritores.. Bunbury no es Dylan, claro está, lo cual no le quita ni pizca de su grandeza artística.. (a veces me olvido que en éste país se valora siempre más lo de fuera)..
y realmente no veo la diferencia entre una buena novela, un buen poema o una buena canción.. y la que en teoría plagia Enrique, creo que es buena..
ah, hace poco me leí “El inventor de historias”, que me faltaba y me encantó, al igual que los otros tres..

10 de septiembre de 2008, 3:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La libre inspiración es muy lícita y un ejercicio sano. Muchas veces se crea a partir de la obra de otro -un disco, un cuadro, un pasaje-, retazos que nos conceden el sustrato necesario para relanzar nuestra propia imaginación. Y nada que objetar a ello.

Ahora bien...

Existe un concepto que se llama "acreditación", es decir, dar al Cesar lo que es del Cesar y agradecer -como forma de reconocimiento- a aquel o aquello que te ha inspirado lo suficiente como para llevar a cabo una obra propia. Y el empleo de un concepto tan evocativo como "El hombre delgado que no flaqueará jamás" (en la que no hay inspiración sino literalidad) sin conceder de motu propio (sino in extremis y obligado por la evidencia) el crédito correspondiente a aquél que la ideó, la pergeñó y la maduró por vez primera, me parece un acto de lo más ruín, execrable y rastrero. Y me lo seguirá pareciendo por muchos, desmentidos, aclaraciones y notas de prensa que se publiquen.

10 de septiembre de 2008, 4:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas

El disco AÚN NO HA SALIDO A LA VENTA. ¿Por qué dicen algunos periodistas que no ha citado al poeta?

El 7 de octubre, cuando esté en las tiendas y se pueda comprobar que no se cita, se podrá hablar... NO ahora con prejuicios y por dañar.

Saludos!

10 de septiembre de 2008, 4:58  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Yo no siento especial antipatía ni simpatía por Bunbury, entre otras cosas porque no he hablado conél en mi vida. Sólo juzgo lo que ha hecho: hacer pasar por suyo un verso ajeno. Y cuando le han pillado en el renuncio, se ha puesto más bien chulo y ha dicho que eso "lo hacen todos".
Yo no he hecho semejante cosa en la vida,así que me siento doblemente molesta con este señor, que está actuando con muy poca corrección en todo este asunto.

Saúl, dices que utilizo un tono despectivo al comparar músicos con escritores. Quizá no me has entendido o yo no me expliqué bien, no pienso que sean más dignos de respeto unos que otros, pero sí está claro que son profesiones distintas. Y Bunbury demuestra que noes un escritor al dar tan poca importancia a la autoría de un texto.

Alberto, tiene razón, el disco noha salido a la venta... pero Bunbury tampoco ha salido diciendo que el nombre del autor de la frase aparece consignado, lo cual me da que pensar.

10 de septiembre de 2008, 8:43  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bueno, pues yo estoy del lado del "anónimo" Alberto y de Saúl: ¿realmente es para tanto? Y no es que yo sea entusiasta de Bunbury, pero, no sé si la cosa tiene tamaña importancia. Recuerdo a Serrat con su deliciosa "Hoy puede ser un gran día" que, si no recuerdo mal, es una frase de Pablo Iglesias. Y Marta, en tus entradas "Aún quedan días de verano" y "Domingo, domingo" ¿acaso vamos a pensar que estás plagiando a Amaral o a Silvio Rodríguez...?
Ah, y, con la misma humildad: la locución latina es "motu proprio", no "de motu propio" (esto es para Pedro de Paz, quizás ha sido un baile de letras...)
Besos
Pepa

10 de septiembre de 2008, 14:32  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Pepa, Domingo, Domingo era un programa que había en la tele en tiempos de la tana, y a él me refería cuando titulé el post. En cuanto a la frase de Amaral, no hice de ella un poema incluído en un libro, sino un título fácilmente reconocible, porque la canción de Amaral tiene dos telediarios y no podría hacerla pasar por mía aunque quisiera. Otra cosa sería usarla dentro de veinte años.
Lo de Bunbury es bien distinto: tomó un verso inspirado y bello, lo incorporó a ver si colaba, y como lo han pillao con el carrito del helao, se ha puesto gallito en vez de pedir disculpas, diciendo que lo que hace él "lo hace todo el mundo". Todo el mundo que tenga los muy escasos escrúpulos de Enrique Bunbury.

10 de septiembre de 2008, 17:51  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cernuda: Donde habite el olvido.
Sabina: Donde habita el olvido.
Etcétera.

10 de septiembre de 2008, 19:16  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tienes razón, Marta: la canción de Silvio se llama "Domingo rojo". A perdonar. En lo demás, sigo opinando lo mismo. ¿La de Serrat la conoces?. Te la recomiendo
Más besos

11 de septiembre de 2008, 2:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No tienes razón Marta. Te lo digo con todo el cariño. En innumerables ocasiones se escriben frases o sentencias o dichos o refranes que pertenecen a otros o simplemente al acervo popular.Y nunca (o casi nunca) se cita al autor. Plagio son otras cosas. Plagiar es copiar íntegra y textualmente a otro y que ello represente lo esencial de una novela, un poema o una canción.
A mí Bunbury me cae bastante mal. No soporto su música ni su prepotencia. Pero creo que tiene razón.

Samuel

11 de septiembre de 2008, 5:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias por la indicación, Pepa. En efecto, fue un lapsus calami provocado básicamente por la fuerza del uso y la costumbre -aun siendo incorrecto-. Mea culpa. Conocía la locución original y su procedencia del latin Proprius. Al igual que lo innecesario de preceder la expresión con la partícula "de" por redundante.

Por otra parte, si realmente piensas que "no es para tanto" el hecho de que alguien se apropie de parte -grande o pequeña- del texto de otra persona y lo utilice en beneficio propio -crematístico por más señas. Los discos se venden. Y se paga por ellos. No es lo mismo emplear una expresión de otro en un blog o en una reunión de colegas en la que nadie se lucra por ello que incluirla en la letra de una canción que comercializas-, lamento decirte que entonces la base de este debate carece de todo sentido.

Un saludo,
Pedro de Paz

11 de septiembre de 2008, 6:53  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Bueno, creo que no vamos a ponernos nunca de acuerdo: a algunos lo de Bunbury no os parece para tanto, y a otros nos parece para mucho.
En cualquier caso, os agradezco a todos que, desde las opiniones encontradas, el debate haya estado marcado por la moderación y el respeto a la opinión ajena. Así da gusto

11 de septiembre de 2008, 7:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Vamos a ver Pedro de Paz...
no seamos más papistas que el papa.
El supuesto plagio es el título de una canción. ¿Cuántos títulos de canciones o de novelas no son frases de otros? ¿Es que "Mañana en la batalla piensa en mí" de Javier Marías no es textualmente una frase de Shakespeare? ¿Es que "El Efecto Mariposa", película de Fernando Coloma, no es un antiguo proverbio chino? O, por ejemplo, "Que veinte años no es nada" de nuestra querida Marta, no es la letra de un famoso tango?
Por favor, no saquemos de contexto ni critiquemos algo que no es mas que una frase feliz tomada prestada, como, entre otras muchas, las que os acabo de citar.
Saludos

Samuel

11 de septiembre de 2008, 7:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Samuel, yo no he hablado de plagio directo. En efecto, el plágio es otra cosa. En todo momento he hablado de inspiración, préstamo y acreditación. Sin ánimo de inflar más el debate, insisto: no es el préstamo lo reprochable. Los hay de todo tipo, todos los días y a todas horas. Yo mismo escribí una novela tomando prestada la estructura narrativa y el estilo de Conan Doyle. Y me harté de decir a los cuatro vientos que se trataba de un sincero homenaje a sus textos. Es la aparente falta de escrúpulos de aquél que, ganándose la vida con la composición de textos propios, parece dar a entender, por omisión más que por acción, que no existe dicho préstamo -literal para más señas- sino que el felíz hallazgo es de cosecha propia. Y que una vez advertido el detalle, defiende su postura con un "Yo, sí. Pero tú, más". Sigue sin parecerme una postura digna.

Un saludo,
Pedro de Paz

11 de septiembre de 2008, 8:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Por mi parte zanjo la discusión.
Sigo pensando que es irrelevante. No tiene mayor importancia y no daña a nadie.
Peores son otras cosas. Peores son ciertos autores que reconocen que les escriben sus libros. Eso no es plagio, eso es caradura. Y si no, que se lo pregunten a cierto intelectual que ha cambiado trescientas veces de chaqueta y en cuyo programa aparece gente tan bienintencionada como nuestra Marta. Os mando un enlace (sin comentarios)
http://www.youtube.com/watch?v=qyKVGQb6kro

Abrazos

Samuel

11 de septiembre de 2008, 9:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

.....TODA esta musica enferma
en este MUNDO enfermo
(yo o bob dylan es =)

....chicos no os pareis en tonterias,Chavalitas no espereis en VANO a los vanidosos
(Patty Smith o yo es =)

....yo quisiera volver a encontarr la pureza,,,el veneno sobre mi piel
(Luz casal o tu es =)

quien no se amaña no se apaña
(anonimo o yo es =)


el hambre y la vanidad,eso si estaba bien visto
(tuyo o mio es =)

11 de septiembre de 2008, 13:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bueno, pues yo también me despido. dejo claro que el plagio me parece fatal, como delito que es, ...pero que esto de Bunbury no acabo de verlo como plagio. No obstante, doctores tiene la Iglesia, y los escritores que participáis en este blog seguro, seguro, que sabéis más de plagios que yo. Como soy maña (como Bunbury) y por tanto testaruda, vuelvo a citar el ejemplo de Serrat, el gran Serrat, para añadir a los que ha aportado Samuel.
Únicamente, me gustaría saber cómo se hace para abrir comillas cantando, más que nada por si alguna vez se me ocurre lanzarme al mundo del disco e intercalo una frase de algún escritor favorito...
De cualquier modo, y como decía Marta, viva el buen rollito, la buena educación, y San Internet, que me permite entrar en un debate con gente a la que tanto admiro
Besitos
Pepa

11 de septiembre de 2008, 14:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Soy un lector de cierta edad. Me gustaría leerle con más asiduidad, pero la letra tan pequeña y su sutil color gris me hacen que me cueste sudores, lo cual me apena. Si pudiera corregirse este aspecto sería feliz (y mis ojos tambien), muchas gracias.

11 de septiembre de 2008, 15:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bunbury, que va de estupendo, gurú y visionario, y va el hombre etéreo sobre las nubes por encima del bien y del mal.
Besos, Marta.
pd.- ya sabes, pasa cuando quieras aunque yo muchas veces no estoy.

12 de septiembre de 2008, 7:02  
Blogger Xristos Warhol ha dicho...

Las ideas son de todos, no tienen filiación, etc, pero no la expresión de las mismas, que se debe a alguien y es lícito citarlo. por ejemplo, la idea de la revolución proletaria es utilizable por quien quiera, pero si la cito en palabras de Carlos Marx, he de concitar al mismo; y, así, hasta con uno mismo. Los hombres delgados, como idea, se encuentran en muchos lugares, por ejemplo, en el poema de Sylvia Plath, que hizo plaf, The Munsroms, los champiñones. La idea de flaquear podemos encontrarla en muchos escritores, etc, pero sólo PEDRO Casariego se identificó a sí msimo como un champiñón, The thing man, que no flaqueará jamás...y se le concita. Nada más.

14 de septiembre de 2008, 10:27  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Gracias a todos por lo animado de este post.
Al anónimo que me habla deltamaño y color de la letra, le prometo que haré lo posible para solucionarlo. Hablaré con los administradores del blog, porque soy un desastre para esas cosas

15 de septiembre de 2008, 11:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Chorradas de blogera

16 de septiembre de 2008, 0:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lamento entrar a tu blog para criticar, pero creo que estás siendo muy injusta. Tal vez te parezca que defiendo lo que ha hecho el personaje en cuestión porque he seguido su trayectoria, pero entonces serías injusta conmigo. Sería el primero en criticar su desfachatez. Es más, creo que sí demuestras alguna animadversión por el personaje entrando a juzgar su cara dura y con detalles significativos como escribir mal su nombre artístico, cuando, se trate de un artista admirable o no, es de sobra conocido.
Como alguien que sí se ha tomado algún interés en el trabajo de Bunbury, quizá debido a mi pobrísimo bagaje cultural, te puedo decir que hay muchas letras del artista que contienen frases de libros como El Principito o Pedro Páramo; muchas de ellas han pasado inadvertidas para sus seguidores que no han leído esos libros o lo han hecho antes de conocer las canciones. Para mí no han sido apropiaciones indebidas de textos de otros autores, sino una especie de guiño cómplice hacia esos lectores que hemos ido detrás de él, en muchas ocasiones, aunque no es precisamente mi caso, estimulados a buscar el mismo tipo de lecturas que él ha permitido que se conozca que gusta realizar. Y aunque a estas alturas a muchas de las personas que estén de acuerdo contigo ya me estarán descalificando por esta supuesta falta de personalidad o criterio propio, que bien podría pasar por humildad según la entienden ellos (a saber: sería humilde únicamente quien anda atribuyendo a los demás cada uno de sus actos), estoy por asegurar que si tantas personas se interesan por saber lo que lee Bunbury además de por su trabajo, no es precisamente porque se trate de alguien vanidoso y caradura, sino porque es un personaje interesante con un mundo propio en el que ha sabido involucrar a miles de personas de un modo para nada incompatible con que luego piensen que ya lo tienen superado y se pongan a censurar con prejuicios cada una de sus apariciones (cuántos de quienes han entrado aquí a despotricar no han idolatrado al personaje...es lo que tiene ser un advenedizo, te conviertes en más radical que quienes ya estaban en el terreno de los críticos, a quienes, por cierto, el personaje se ha ganado con mucho esfuerzo y talento).

Espero no haberte convencido de lo grande que es Bunbury, pero sí haberte hecho dudar. Un saludo afectuoso.

P.D.: Mi nick también está tomado de un libro -al igual que alguien habrá dicho muchas de las cosas que se me ocurren pero antes y mejor-, pero citarlo se me antoja un ejercicio de vanidad mucho mayor que denunciáis. ¿Cuánta gente conocía de la existencia de esa frase que ahora os parece tan brillante hasta que vino Bumburi a plagiarla?

16 de septiembre de 2008, 8:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

pedro de paz, tú entras de lleno en esa categoría de personajes a los que me referí antes. Te pregunto: ¿debería Shakespeare denunciar a Faulker por no haberlo citado detrás del título de El ruido y la Furia?
¿Por qué nadie ha criticado a ese grupo que te sigue gustando, a pesar de tener a Bumburi como frontman o precisamente por ello (y cito a Ernesto Sábato en una de las tropecientas mil veces que habrá usado ese giro que a mí tanta gracia me hace, o al escritor con quien lo esté confundiendo, o a alguno que lo haya utilizado antes y a quien yo no haya leído), por usar ese título de Faulker sin citarlo a él ni citar que él no citó a Shakespeare?
¿No tendrá algo que ver con eso el hecho de que hay muchos lectores que conocen de dónde proviene eso de "el ruido y la furia"? ¿Acusáis a Bumburi de que él da por supuesto que conocemos a Pedro Casariego?
Pues no, no conocía a Pedro Casariego y si ha publicado esa frase tan brillante "el hombre delgado que no flaqueará jamás" (y cuya autoría el otro ha escondido por el curioso procedimiento de dar título a una de sus canciones) en alguna parte, de seguro que los muchos fans de Bumburri, sin que yo me cuente entre los más recalcitrantes pese a lo que pueda parecer -por algo será o algo tendrá el agua cuando la bendicen, sin que me sea posible precisar la autoría de la frase, tal vez de origen remoto o como se dice popularmente, "popular"- ya habrían encontrado la procedencia, porque tienen la mala costumbre de buscar de dónde ha podido sacar sus frases Bumburri o qué puede querer decir con ellas, con un entusiasmo que ya quisiera para el estudio de su obra algún autor menor del tipo Antonio Machado y otros que no se me ocurrirán jamás hasta que no los plagie Bumburri.

16 de septiembre de 2008, 8:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...

y finalmente, sí, mejor dejor dejado todos vuestra opinión por e-mail para que la gente irrespetuosa como yo no ande luego contrariándola...o sea, que si en vez de tener lucro obtienes quedar bien delante de una chica o dártelas de erudito, sí que tienes derecho a apropiarte de lo que se le ocurre al prójimo...(pedro de paz dixit, como diría yo mismo y así no he de citar a nadie: "ha dicho más o menos pedro de paz")

Qué divertido eso de "Dad al César lo que es del César" (¿alguien ha mencionado la procedencia?...me lo perdí...creo que lo dijo Jesús). Resulta que se dijo en unos términos que no dejan en muy buen lugar a César. Y es lo normal. No suele quedar en buen lugar quien se dedica al arte buscando reconocimiento.

16 de septiembre de 2008, 8:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Littlemore, sin ánimo de reactivar un debate que creo agotado, creo -a lo mejor me equivoco- que confundes acervo cultural con autoría. Si nos ponemos estrictos, a día de hoy no se puede escribir nada nuevo. Todo está inventado desde los clásicos. Drama, comedia, tragedia, el conflicto, la poesía, Eros, Thanatos... Y no hay porqué acusar a nadie de plagio -por cierto, yo no lo he hecho con Bunbury- por emplear esos recursos. Y aun compartiendo en parte tu punto de vista, sigo considerando que el contexto en el que se produce este hecho es más reprobable que otros. Porque no se trata de algo como reprochar al grupo Tierra Santa el haberle puesto música a la "Canción del Pirata" de Espronceda. Más que nada porque todo el mundo sabe lo que está escuchando y cual es el juego. Se trata de la aparente intencionalidad de hacer pasar por propio un texto que no lo es, un texto menos conocido y extendido que cualquiera de Shakespeare, Faulkner o Machado -por citar a los que tú mencionas-. Y podría conceder el beneficio de la duda pero, en cualquier caso y en mi opinión, la autentica salida de pata de banco fue la explicación ofrecida al respecto cuando se le preguntó por la cuestión

17 de septiembre de 2008, 13:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Comparto tu punto de vista. La cuestión es que se ha prejuzgado la intencionalidad del personaje. Esta mala intención que parece evidente a quienes no se han interesado especialmente por Bunbury, no lo es tanto para quienes sabemos que el artista ha mostrado en repetidas ocasiones su admiración por la obra de poetas como Ángel González o Jaime Gil de Biedma. En este contexto, es sumamente sencillo para cualquier seguidor del cantante (yo empleo el término en la acepción más común: persona que canta profesionalmente; las demás posibles me parecen lo bastante despectivas como para que luego quepa alguna duda de que hay animadversión previa hacia el sujeto en cuestión) que, con el concurso inestimable de esa mención en una entrevista, se haya interesado por el poeta, descubrir que a éste a su vez le gustaba mucho la obra de Pedro Casariego. Cualquiera con google y un poquito de suerte podría, como efectivamente así ha sido -no olvidemos que de la manta del plagio no han sido los familiares del autor los primeros ni los más ruidosos en tirar-, descubrir que nada menos que el título del primer single conocido del esperado nuevo disco de Bunbury está copiado tal cual de Casariego. ¿Realmente ha pretendido Bunbury hacer pasar por suya esa y las otras frases que en la canción hay del poeta? En mi opinión, de igual modo que se puede mostrar indignación por el hecho de que Bunbury no ha mencionado -hasta que no se publique el disco eso es mera hipótesis y sería ridículo exigir que haga constar la procedencia de la cita en la propia canción- sus fuentes, sería exigible un poco de gratitud por el hecho de que éstas ahora van a ser más conocidas y reportar a sus actuales beneficiarios (el pobre Pedro ya no) suculentos beneficios. Me gustaría saber cuántas búsquedas en Google y en Fnac hay ahora de la obra de Casariego. Ningún agente mejor que Bunbury diciendo que se trata de un magnífico poeta; por más que a los seguidores del poeta no les parezca que Bunbury sea un artista de categoría, lo que no le pueden discutir es que es muchísimo más popular y comercial.

En fin, por mi parte me parece bien que zanjemos así el tema, pero no creo que esté agotado, sino que podríamos agotarnos todos de defender posturas distintas sin posibilidad de acuerdo. La mía queda clara: no veo intencionalidad de apropiarse de una obra ajena, sino una especie de tributo, un sentirse identificado, etc. Lo que le faltó a Bunbury es salir corriendo a avisar de que las frases están tomadas de Casariego, pero ni siquiera se ha esperado a que salga publicado el disco (lo hará el 7 de Octubre), y de verdad que me parece ridículo tener que aclarar tanto cuando de lo que se trata es de reivindicar a autores desconocidos. Para quien le interese, Bunbury patrocina a jóvenes poetas a través de iniciativas como Chorrito azteca y otras a las que se han apuntado otros cantantes como Javier Ojeda (Chorrito del Sur). Poca gente famosilla creo yo que ha hecho más por dar a conocer la poesía entre los jóvenes.

Yo creo que aquí lo relevante es que a Pedro Casariego desafortunadamente nadie lo conocía, y que quienes han descubierto el origen de la frase han dado por este hecho por supuesta la mala intencionalidad de Bunbury, cosa que nadie hizo cuando tuvo la "caradura" (?) de titular a su último trabajo en solitario "El viaje a ninguna parte" (que yo sepa ningún heredero de F.Fernán Gómez se ha quejado hasta el momento)

Si eso es caradura, me apunto a ella.

18 de septiembre de 2008, 3:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Traigo aquí porque no me parecéis simples periodistas ni chismosos baratos -y tal vez os replanteéis algunas cuestiones- unas declaraciones del "caradura" que quizá están más inspiradas que el comunicado en que "no se defendía" de las acusaciones de plagio. Cada vez me parece más ridículo todo esto a que tanto nos hemos aficionado los españoles de disparar a quien se mueve. La referencia a Bardem me parece muy acertada. Por cierto, no me acuerdo y no me parece relevante indicar de dónde ha copiado la entrevista la página de donde copio yo, pero no me he propuesto apropiarme de nada, lo puedo asegurar.

Pregunta.- Parte de la opinión pública espera el día en que aparecerá el disco para ver si hay alguna mención a Casariego. ¿La hay?

R.- Por supuesto que no, pero sigo pensando que existe una visión absolutamente ridícula del tema y una intención maligna en algunos periodistas. No se nos mide por el mismo rasero a todos. No me parece bien señalar con el dedo, pero 'Donde habita el olvido', de Sabina, es Luis Cernuda. No vamos a descubrir ahora todas las frases con referentes claros a poetas. No voy a parar la canción mientras la canto para decir: "Por cierto, esto viene de...". Ni creo que Calamaro o Sabina tengan que hacerlo. Hay un libro de Dylan dedicado a esto, donde se habla, canción por canción, de donde provienen determinadas frases (Bob Dylan. 'Letras 1962-2001'. Alfaguara). A mí me gustaría que, en vez de hablar de esto, se hablara del disco. Sé que eso no va a ocurrir. Apostaría a que mi nombre va a ir acompañado de la palabra plagio durante mucho tiempo>, y eso que jamás me han acusado formalmente. Pero sé que a la prensa le gusta mucho más eso que hablar de mis 20 años de trabajo. Me he sentido muy identificado con Javier Bardem. Ahora, cada vez que aparece su nombre en la prensa es para decir "ese que ha llamado estúpidos a los españoles". ¡Cómo les gustan a los periodistas las putas coletillas!

20 de septiembre de 2008, 12:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

http://www.youtube.com/watch?v=szdWPWnnNls&eurl

Sigo esperando una rectificación.
Es curioso que el señor xm prado-antúnez nos venga aquí con citas de William Blake y acuse a Bunbury de dejar huérfanos a sus fans. ¿Acaso se cuenta usted entre esas personitas desamparadas que ya no saben citar a más poetas porque los Héroes se disolvieron?
"Si estás dispuesto a afrontar la escena no es de William Blake"
Y ahí iba nuestro amigo corriendo a buscar quién es William Blake y a leérselo entero a ver si se le pegaba algo del carisma del cantante ese del que únicamente recuerda que es púmblico. Te podías haber buscado otra metáfora que esa del cuervo, que tanto te delata.
Lo dicho, no hay ultras más temibles que los advenedizos (siento no mencionar la fuente, es que me la acabo de inventar).

Fumando espero...

28 de septiembre de 2008, 11:11  

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